La diputada María René Álvarez inició la alerta nacional para evitar que este 2024 sea otro año de desastres ambientales y de incendios forestales que tanto daño provocan al país, sobre todo al departamento de Santa Cruz. Por ello, la legisladora pidió tomar acciones concretas antes que comience la época de quema indiscriminada de tierras en Bolivia.

En entrevista con varios medios de comunicación este martes, la diputada cruceña explicó que la temporada seca en Bolivia comienza en junio y con ello en zonas como la Amazonía y Chiquitania, también aparecen los primeros chaqueos que luego se extienden a grandes cantidades de tierra, como las 3,5 millones de hectáreas quemadas en 2023.

“Las quemas se producen en propiedades agrarias y privadas, pero también son responsabilidad de los avasalladores y la permisividad del Gobierno que se niega a tocar las leyes incendiarias, por la burocracia que existe también en el Legislativo donde cambian cada vez de personal y hacen que todo lo avanzado retroceda a fojas cero”, explicó.

La diputada presentó al menos cuatro recursos legislativos durante la anterior gestión, para modificar las normas relacionadas a los avasallamientos y a los incendios, pero todos quedaron paralizados o sin avance dentro de las distintas comisiones y comités de la Cámara de Diputados.

Álvarez presentó los proyectos de ley para modificar la Ley 1171 de Uso y Manejo Racional de Quemas y el Código Penal, incrementando las multas y las penas de cárcel por chaqueos ilegales. También para abrogar la Ley 741, que autoriza el desmonte de hasta 20 hectáreas para actividades agrícolas y pecuarias, incluyendo una auditoría ambiental para cuantificar los daños provocados por los incendios y la sequía en las áreas afectadas del país.

Los otros dos PL apuntan a modificar el artículo 206 del Código Penal para incrementar del actual 2 a 6 años, en caso de incendios en predios propios que traspasen a otra propiedad de 4 a 8 años. Y PL ley que establece la protección, incorporación de normas de adaptación al cambio climático, manejo de fuego y prohibiciones en caso de incendios forestales.

“Este año podemos marcar la diferencia, solo hace falta voluntad política y trabajo entre todos. Juntos, podemos evitar otro año de desastre ambiental”, concluyó.

En 2023 se quemó 3,3 millones de hectáreas en todo el país y se llegó a más de 3.200 focos de calor en noviembre. En comparación, un año antes Santa Cruz perdió 1,3 millones de hectáreas de bosque; Beni 221 mil ha y La Paz 71 mil ha.

Sobre la fauna, se registró 450 mil animales afectados, con 6 mil muertes y 34 especies amenazadas, como la paraba barba azul, la lorita boliviana, el ratón oldfield de Anderson, el anta o tapir.

Finalmente, 2023 tuvo mayor incidencia en la saluda de la población.

El humo y las partículas finas incrementaron las enfermedades respiratorias. En Santa Cruz se reportó 10 muertes relacionadas a alteraciones respiratorias. Todos con hipertensión y diabetes. Otros casos menores presentaron deshidratación y daños oculares.

//PRENSA DIPUTADOS / MRA//