A dos años del secuestro a policías, trabajadores y
periodistas en predios de Las Londras, la diputada nacional María René Álvarez
calificó ese caso como un antecedente que confirma la instrumentalización de la
justicia, la impunidad y la amenaza latente de los avasalladores en Santa Cruz.
“Es lamentable que lleguemos a cumplir dos años de un
hecho que nos confirma la instrumentalización de la justicia, que es selectiva
para algunos, y el estado de indefensión que vivimos en Santa Cruz con estos
grupos de avasalladores que actúan con violencia e impunidad en todo el
departamento”, dijo.
Para la diputada, al no existir justicia para las víctimas
del secuestro y tortura de aquel 28 de octubre de 2021, incluyendo a
periodistas, se sienta un nefasto precedente que alienta a estos grupos
irregulares a continuar tomando tierras provistos con armas de fuego.
“Nosotros denunciamos constantemente estos hechos, desde
que asumimos la diputación, y recién se dan cuenta del peligro que significan
los avasalladores que tienen relación directa o indirecta con el tráfico de tierras y el
narcotráfico”, agregó la legisladora cruceña, que recordó las amenazas que
sufrió junto a su familia por visibilizar esta problemática.
Hace dos años, un grupo de avasalladores de tierras que
había tomado la propiedad de Las Londras, en el municipio El puente de la
provincia Guarayos, emboscó a la comitiva que había llegado al lugar para
verificar la situación, tras la denuncia de los propietarios.
Los avasalladores, liderados por Paulino Camacho, Sixto
Canaza y Nicolás Ramírez, entre otros, encapuchados y con armas de fuego,
bajaron a un grupo de siete trabajadores del predio, cuatro policías y seis
periodistas, mientras otro vehículo de la comitiva logró salir de la zona no
sin antes recibir disparos de escopetas.
Esa emboscada fue filmada por un camarógrafo de la red
ATB, a quien luego los avasalladores encaran, amenazan y luego de exigirle borrar
las imágenes y dejar la cámara en el piso, disparan destrozando el aparato. Sin
embargo, la toma quedó grabada en la memoria del artefacto televisivo y fue
vital para identificar a los autores.
Las 17 personas serían secuestradas, llevadas a un
tinglado improvisado para ser amedrentadas, golpeadas e incluso amenazadas de
muerte. Luego se les obligó a firmar un “compromiso” para desistir cualquier denuncia
penal, ante la inminente llegada de un contingente policial de rescate.
Tras los actos investigativos se aprehendió y dictó
detención preventiva a varios de los sospechosos bajo cargos de privación de
libertad, portación de armas, lesiones graves, robo agravado y tentativa de
homicidio, pero en cuestión de meses todos quedaron en libertad. Incluso Ramírez
amenazó a los medios que continúen llamándolos avasalladores, mientras Camacho,
quien tenía antecedentes por el mismo ilícito, sostuvo que ellos seguirían
tomando propiedades, pues considera que las tierras de Santa Cruz les
pertenecen a los llamados interculturales.
//PRENSA DIPUTADOS / MRA//
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